“Grit”: Manejo de la adversidad como dato clave en el reclutamiento

El carácter es la medida psicológica de moda en la actualidad. Desde la publicación y divulgación de los trabajos de la autora Angela Duckworth, el concepto de “Carácter” (“Grit”) ha colmado los espacios de discusión sobre qué variables predicen el éxito de las personas.

El carácter es entendido como la capacidad de la persona para continuar perseverando en una tarea a pesar de las frustraciones, en una frase: el carácter es la perseverancia aplicada al logro exclusivo de una pasión específica. Se trata de ser capaz de procesar las sensaciones de frustración o de aburrimiento convirtiéndolas en una señal para intensificar o sostener la conducta, en lugar de abandonar el intento. En las situaciones en las cuales la mayoría de las personas (al aburrirse de no avanzar en su pasión, o sentir que no está logrando sus objetivos) percibe un indicador para abandonar, la persona con alto nivel de “grit” percibe un indicador de continuar.

En este punto de la definición, una derivación natural de lo que implica el concepto se puede hacer obvia para los que se han dedicado al estudio de la conducta humana: si el carácter o “grit” implica seguir intentando a pesar de una sensación inicial de incompetencia, entonces es muy probable que pertenezca a un subdominio de la biografía del individuo que sea bastante privado: a pesar de que el ser humano suele resaltar el esfuerzo que requieren los logros, de la misma manera suele censurar los traspiés, y percibe el logro como una curva ascendente, en lugar de como suele ser: una montaña rusa de picos y valles, en donde el fracaso es algo común y la frustración una asidua visitante. Por lo tanto, en la medición (bien sea a nivel estandarizado, o bien sea a través de entrevista no estructurada) el especialista en reclutamiento que quiera evaluar el nivel de “grit” del candidato, debe considerar que el estímulo inicial (bien sea un ítem, o una pregunta de entrevista) debe presentarse de tal manera que la persona entrevistada se sienta en libertad y confianza para poder describir su vivencia con experiencias de frustración de manera cómoda.

La literatura psicológica siempre ha apoyado la posibilidad de estudiar las dimensiones “no intelectuales” de la conducta y su correlación con el éxito en una tarea, y los prometedores hallazgos en esta línea nos indican que a nivel de selección cada vez será más relevante contar con guías e instrumentos para resaltar estas características humanas.